martes, 23 de junio de 2015

VERTEDERO

No tenía conciencia de esta noticia hasta ayer, la cual me sorprendió. Y ahora mi pregunta es: ¿debería sorprenderme?
La sociedad cada vez está llegando más lejos, a límites insospechados e incondicionales. Es por ello que me replanteo si la existencia de esta chica debería sorprenderme. Ella es Valeria Lukyanova, conocida como la Barbie Humana. Esta chica de origen ucraniano, era una joven atractiva, con un cuerpo no demasiado agraciado, que un día decidió pasar por quirófano para así conseguir modificar completamente su apariencia física, hasta llegar a conseguir semejanza o prácticamente equivalencia a la muñeca Barbie, tal que así:



Increíble, ¿verdad? Tan modificada, tan operada, tan artificial que no parece real. Lo primero que pensé al verla fue que no me gustaba en absoluto, e incluso llegó a ser desagradable para mí ver las fotografías. Hay personas que eligen esto como disfraz, de forma temporal, cosa totalmente respetable, pero esta chica decidió ser así de forma permanente, para el resto de sus días o hasta que se le agote el dinero para operarse. Tras pensar esto, lo segundo que me vino a la cabeza fue: ¿cuál es su propósito? Seguramente no soy ni la primera ni la única a la que esto le parece desapacible. Por ese motivo no comprendo qué fue lo que llevó a esta chica a convertirse en lo que es ahora, un trozo de plástico. Todo aquel que pasa por quirófano para someterse a cirujía estética lo hace para mejorar su físico, para sentirse mejor consigo mismo partiendo de la base que la sociedad dice lo que es o no belleza. Nadie se sometería a una cirujía ni a jugarse su vida y su salud si no fuera la sociedad la que te aduce el cerebro hasta que te hacen verte como si fueses un ser repugnante por no ser como la sociedad denomina perfección. No habría necesidad de estar tan preocupado por la imagen si no fuera por ella, ni de ir compulsivamente al gimnasio, ni de comprar cremas y productos que cuestan más que una casa rehipotecada, ni de controlar la dieta hasta el punto de comer una miga de pan al día. No es necesario vivir de la imagen, puesto que la imagen no le da de comer a nadie, ni a las modelos. Ser perfecta tiene un precio muy elevado, un precio que nadie puede pagar, y los/las que lo intentan lo único que consiguen es obsesionarse, y cuando te obsesionas no vives tu vida, vives la vida que la sociedad te impone, condicionado por todo lo que hay a tu alrededor, por el estándar de belleza. Reitero mi pregunta: ¿cuál es el propósito de Valeria? Operándose decenas de veces lo único que consigue es tener más silicona que piel en su cuerpo, nada de lo que lleva en su cuerpo es natural, toda su apariencia es una mentira, y además de eso, no consigue tener una imagen agradable para cualquiera que la mire, puesto que es tan irreal semejarse tanto a un producto como la barbie, que no es agradable.
Y sí, puede que muchos obtengan los resultados deseados tras pasar por quirófano, pero ¿de qué les sirve? ¿serán más felices así viviendo como he dicho antes condicionados por el estándar de belleza? La belleza es pasajera, los años pasan, y la belleza no es el valor de una persona, aunque más del 50% de personas lo crean. La sociedad solo es un producto, igual que la barbie. La sociedad es un vertedero universal.
Y aquí dejo una pequeña reflexión: ¿estás dispuesto/a a ser un producto o a ser una persona?

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